En busca de E.T.

    En las noches de verano, cuando los sapos cada vez más escasos croan su ruidosa canción, mirar a un cielo sin luna en un lugar alejado de las farolas proporciona una de las vistas más impresionantes que puede haber: la de la Vía Láctea. Observarla a simple vista o con la ayuda de unos modestos prismáticos (aún mejor) ha sido y será motivo de  insospechada admiración para los principiantes y de inagotable reverencia para los más aficionados. En esas noche serenas del estío, casi es posible imaginarse luces misteriosas que se mueven hacia nosotros haciéndose cada vez más grandes y haciendo que nuestra mandíbula inferior se descuelgue hacia el suelo.



Experimentos con cámaras analógicas: Pentax k1000 con Tokina RMC 24/2.8




Otra con Pentax k1000 con Tokina RMC 24/2.8




Corazón de la Vía Lactea. Zenit 12 XP con Yashinon ds 50/1.9



Movimiento circumpolar de las estrellas alrededor del norte astronómico. Zenit 12 XP con Yashinon ds-m 28/2.8. En la parte superior derecha se ve algo que parece un meteoro, aunque también puede ser un avión...




Circumpolar con EOS 450D y 18-55 IS. Uno de mis primeros intentos iluminando el primer plano con una linterna.

EOS 450D + 18-55 IS @ 18mm, f= 3.5. 6 minutos. ISO800
Plancheta ecuatorial casera





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